Tras dos abandonos, volvía Darío a Castrillón buscando terminar y, sobretodo, pasarlo bien. Arrancaba en el puesto 30 de la general en entrenamientos, cayendo al 32 en la primera oficial, a pesar de mejorar en 4″. En la segunda era casi 4″ mejor y ganaba cuatro posiciones, pero en la definitiva se iba un poco el Saxo en una derechas y tocaba la aleta, pinchando en la trasera, lo que volvía el coche inconducible, obligándole a terminar a un ritmo menor, pero con la alegría de finalizar en esta carrera que tanto se le ha resistido. Con la suma de los cronos de la primera y segunda oficial, terminaba en el puesto 31, vigesimoquinto de clase 1 y decimosexto del grupo 5C.


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