Tras correr el día anterior en el Sueve, Pablo Fernández salía con su coche de calle colocándose undécimo en entrenamientos libres, llegando como segundo de clase 3 y liderando los Júnior. En "los oficiales" sufría problemas de refrigeración que le hacían abandonar, reparando para salir en la primera oficial y marcar el duodécimo mejor tiempo. Repetía así el segundo puesto de clase 3 y era segundo entre los Júnior. Pero en la segunda oficial sufría de nuevo problemas mecánicos que le impedían salir y abandonaba así la carrera.